El bastón blanco: símbolo de autonomía, libertad y dignidad
Mi vida con el bastón blanco comenzó poco tiempo después de quedar ciego. Todo cambió en septiembre de 1986, cuando recibí un golpe jugando a la pelota que me dejó sin visión. En marzo de ese mismo año, mi vista ya era prácticamente nula. Fue entonces cuando llegó a la Escuela de Ciegos de Valdivia un profesor especializado en orientación y movilidad. Él fue quien comenzó a preparar a las primeras personas ciegas de la ciudad que aprenderíamos a desplazarnos de manera independiente utilizando un bastón blanco. La capacitación duró un año y fue mucho más que un simple curso. Fue una experiencia transformadora. Primero aprendimos las técnicas básicas para movernos con un guía vidente: cómo avanzar por lugares estrechos, subir y bajar aceras o escaleras, entrar a edificios, o identificar los objetos en la mesa usando la referencia del reloj. También aprendimos a usar sonidos como orientación en espacios cerrados, hasta que llegó el momento más esperado: conocer el bastón blanco. Al prin...